miércoles, 17 de noviembre de 2010

Disfruten de este crucifijo mental del gran Panero hijo.
Mis clases de poesía contemporánea no serían lo mismo sin él.


GO DOWN MOSES.

Qué había ido a buscar allí. Todo estaba en silencio.
Inventó tesoros, trazó mapas y concebió innumerables
proyectos de viajes. Y ahora, nuevamente lo tenía ante 
él, el lago, sin niebla. Los sargazos. Las sirenas. Los
barcos encallados en las rocas. No era un lago, un
inmenso tembladero sombrío. Las Tabla de la Ley.

L.M. Panero.



2 comentarios:

Fotógrafo del Cielo dijo...

Hay tantos suicidios literarios..
:)

DANI dijo...

Realmente crees que la poesía se dirige al suicidio?? Dios eso sería tremendo!! Cuando Dulce Maria Loynaz nos dejo, creí que el mundo se acababa :(

Besos asonantes